New one
Nuevo
- Nombre / Agencia
- Palacio
- Contacto
- Maps
- Precio
- 800
- Tiempo acordado
- Media hora
- Forma de pago
- Efectivo
- Anticipo
- No
- Rostro
- Busto
- Cuerpo
- Actitud
- Edad aproximada
- 28
- Trasero
- Besos
- Besitos
- Oral
- Atención a los huevos
- Si
- Oral a ella
- No
- Oral natural
- Si
- Extras
- Si
- Desempeño Sexual
- Repetirías/Recomendada?
- Si
Hay les va la primera reseña. Hace unos cuatro meses un viernes , decidí caerle a Palacio, un lugar al que había ido un par de veces. Eran como las 6, y cuando llegué, todo estaba tranquilo, casi vacío. No vi a nadie en la entrada, solo una moto Italika estacionada afuera, lo que me hizo pensar que no habría mucha acción. Toqué la puerta, pero nada. Insistí un poco más fuerte, y al rato salió una chava, de unos 28 años, con una cara que de inmediato me llamó la atención. Bien guapa, la neta. Me dijo: todas las demás estaban ocupadas. eso me hizo pensar si solo hay una italika quiere decir que hay poco personal pero pues bueno
Se presentó con una sonrisa, pero no recuerdo su nombre, la verdad. Han pasado meses y mi memoria no da para tanto. Me quedó parado como esperando a ver qué onda, y me pregunto si quería esperar a alguna de sus compañeras o seguir con ella. Yo no lo pensé mucho. Estaba bonita, con unos rasgos que te hacían voltear dos veces, así que le dije: "No, contigo está perfecto". Pagué lo que me pidieron, creo que fue por media hora, aunque también metí un extra para un servicio completo, porque pues ya estaba ahí, ¿no? Lo chido de Palacio es que no tienes que andar adivinando. Ella te dice "ven", te lleva al cuarto, y tú la sigues y pues subiendo las escaleras, le eché un ojo. Su cuerpo estaba bien, un 8 sólido. La cara, un 10 sin dudarlo. Si promediaba, le ponía un 8.5, fácil. Ya en el cuarto, me quité la chamarra, los tenis, me desnude y me senté en una silla que estaba en una esquina. Ahí la vi mejor. Tenía unos ojazos azules que resaltaban cabron seguro eran lentes de contacto, pero le daban un aire exótico, como sacado de una peli. Nos pusimos a platicar un poco, solo para romper el hielo. Me preguntó si era mi primera vez ahí, y yo le dije que no, pero que tampoco era cliente fijo. Se rio, y eso ayudó a que todo fluyera más relajado.
Cuando empezó el servicio, la chava fue directa, pero sin prisas, como quien sabe lo que hace. En un momento, medio en broma, le pregunté si el extra que pagué incluía algo más especial. Ella me miró con una ceja levantada, como diciendo: "¿Neta crees que no doy el ancho?". Yo, siguiéndole el juego, le solté: "Pos ya pagué, ahora a darle con todo". Se rio otra vez y se puso manos a la obra. La neta, me sorprendió. Lo hizo con una seguridad que te hacía pensar: "Esta morra no juega". No fue solo que cumpliera, sino que le puso actitud, como si quisiera que de verdad valiera la pena. Duré lo que pagué, y cuando salí, no sentí que me habían cobrado de más. Al contrario, me quedé con la idea de que había sido una experiencia que valía el rato, algo diferente, como abrir una puerta nueva.
Caminando de regreso a mi coche, la itálika ya no estaba entonces eso me hizo pensar no pues por eso no había nadie cuando llegué ya estaban por cerrar pero la morra bien fletada excelente excelente
Se presentó con una sonrisa, pero no recuerdo su nombre, la verdad. Han pasado meses y mi memoria no da para tanto. Me quedó parado como esperando a ver qué onda, y me pregunto si quería esperar a alguna de sus compañeras o seguir con ella. Yo no lo pensé mucho. Estaba bonita, con unos rasgos que te hacían voltear dos veces, así que le dije: "No, contigo está perfecto". Pagué lo que me pidieron, creo que fue por media hora, aunque también metí un extra para un servicio completo, porque pues ya estaba ahí, ¿no? Lo chido de Palacio es que no tienes que andar adivinando. Ella te dice "ven", te lleva al cuarto, y tú la sigues y pues subiendo las escaleras, le eché un ojo. Su cuerpo estaba bien, un 8 sólido. La cara, un 10 sin dudarlo. Si promediaba, le ponía un 8.5, fácil. Ya en el cuarto, me quité la chamarra, los tenis, me desnude y me senté en una silla que estaba en una esquina. Ahí la vi mejor. Tenía unos ojazos azules que resaltaban cabron seguro eran lentes de contacto, pero le daban un aire exótico, como sacado de una peli. Nos pusimos a platicar un poco, solo para romper el hielo. Me preguntó si era mi primera vez ahí, y yo le dije que no, pero que tampoco era cliente fijo. Se rio, y eso ayudó a que todo fluyera más relajado.
Cuando empezó el servicio, la chava fue directa, pero sin prisas, como quien sabe lo que hace. En un momento, medio en broma, le pregunté si el extra que pagué incluía algo más especial. Ella me miró con una ceja levantada, como diciendo: "¿Neta crees que no doy el ancho?". Yo, siguiéndole el juego, le solté: "Pos ya pagué, ahora a darle con todo". Se rio otra vez y se puso manos a la obra. La neta, me sorprendió. Lo hizo con una seguridad que te hacía pensar: "Esta morra no juega". No fue solo que cumpliera, sino que le puso actitud, como si quisiera que de verdad valiera la pena. Duré lo que pagué, y cuando salí, no sentí que me habían cobrado de más. Al contrario, me quedé con la idea de que había sido una experiencia que valía el rato, algo diferente, como abrir una puerta nueva.
Caminando de regreso a mi coche, la itálika ya no estaba entonces eso me hizo pensar no pues por eso no había nadie cuando llegué ya estaban por cerrar pero la morra bien fletada excelente excelente
