- Nombre / Agencia
- El Garage The Mon’s
- Contacto
- https://t.me/boost/Elgarajethemons01
- Precio
- 2500
- Tiempo acordado
- 2 horas
- Forma de pago
- Efectivo
- Anticipo
- No
- Rostro
- Busto
- Cuerpo
- Actitud
- Edad aproximada
- 21
- Trasero
- Besos
- Besitos
- Oral
- Atención a los huevos
- No
- Oral con baba
- No
- Oral a ella
- Si
- Oral natural
- Si
- Anal
- No
- Extras
- No
- Desempeño Sexual
- Repetirías/Recomendada?
- NO!
Por lo general, no suelo publicar cosas negativas sobre chicas y arruinarles su fuente de ingresos, a menos que sus acciones justifiquen seriamente una advertencia a los consumidores.
En este caso, se cruzó una línea que debo denunciar y he notado una nueva tendencia preocupante de la que otras personas deben estar al tanto.
Me puse en contacto con esta agencia porque tenían disponibilidad de ex Bangkok de Rish Vegas. Por supuesto, la anunciaban ofreciendo un servicio de primera clase con todas las opciones imaginables. Acordamos una hora y un servicio de dos horas.
Desde el momento en que entró en la habitación, algo era extraño en su comportamiento y lenguaje corporal.
Recuerdo vagamente un comentario anterior de un hermano lechero que había comentado sobre su estado mental y físico cuando estaba con RV o era independiente por un tiempo. Apenas dijo una palabra, apenas sonrió. Estaba nerviosa, y todo parecía indicar lo contrario. Pensé que o bien tenía problemas mentales o estaba drogada, o peor aún, ambas cosas. Tuve que tomar la iniciativa en todo, incluso para que se sentara. Fui lo más educado y caballeroso posible sin forzar nada.
Después de quitarse la ropa a regañadientes con mi ayuda, prácticamente se hizo un ovillo y señaló el condón en la mesita de noche. Le pregunté si podía practicarle sexo oral y asintió con la cabeza, pero no se relajaba. Luego se excusó para ir al baño y estuvo allí con el teléfono durante unos diez minutos. Si no me equivoco, otra persona ya había reportado un comportamiento similar. Regresó del baño, se sentó en la cama con la mirada perdida, pero estaba atenta a la persona con la que estaba chateando. Le indiqué amablemente que guardara el teléfono y me respondió que estaba contestando los mensajes que recibía, como si yo fuera el tonto por preguntarme por qué lo usaba durante el servicio. Miré el reloj y ya casi se cumplía una hora y, entre el uso constante del teléfono, sus visitas al baño y su postura encogida, no había pasado nada relevante. Después de un par de minutos de sexo oral mediocre, tuve que ponerle la mano en mi pene para estimularlo manualmente y poder ponerme el condón. Le pedí que se pusiera encima y se negó. Le pedí que nos pusiéramos en cuatro patas y se negó. No le pregunté qué quería y me dijo que yo debía estar encima. Le dije que estaba bien, pero tenía las piernas rígidas y cerradas, y no me dejaba penetrarla completamente. Logré eyacular de todos modos, pero no sentí ninguna satisfacción ni placer.
Ella se mete a duchar inmediatamente y se queda en el baño entre 15-20 minutos, y ahora estamos en la segunda hora.
Salió del baño, se puso la ropa interior y la falda, y le pregunté si se iba. Me dijo que no, que tenía frío. Bien, le dije que apagara el aire acondicionado. Entonces tuvo la osadía de traerme la carta y pedirme que le pidiera una piña colada. Le dije que estaba bromeando, pero no entendió la broma. Le ofrecí que se metiera bajo las sábanas para calentarse, pero por su lenguaje corporal supe que la cosa no iba a terminar bien. Le pregunté si estaba lista para la segunda ronda y negó con la cabeza vehementemente, dejando claro que no quería. En ese momento, dejé de tocarla por completo y perdí la paciencia, pero aun así, con educación, le dije que en ese caso tenía que informar a su agencia de lo que estaba pasando.
Notifiqué a la agencia y ya se imaginarán el resultado. No entraré en detalles, pero su respuesta fue sumamente decepcionante, aunque no esperaba nada mejor.
No vale la pena copiar y pegar la hora de cada mensaje para demostrar a qué hora entró a la habitación y a qué hora reporté el problema, porque según ellos, me quejé justo cuando el servicio estaba terminando, y sé que aún quedaban unos 30 minutos. En fin, aprendí la lección: nunca reservar dos horas con una chica nueva ni con una agencia nueva. Y eviten a toda costa esta agencia y a esta chica en particular. Por cierto, la otra chica que anuncian como BMW también es de Rish, California.
PS: Cabe destacar también que, aunque tuve que marcar "sí" para sexo oral, su boca nunca pasó de la cabeza de mi pene, así que técnicamente fue una felación fingida.
En este caso, se cruzó una línea que debo denunciar y he notado una nueva tendencia preocupante de la que otras personas deben estar al tanto.
Me puse en contacto con esta agencia porque tenían disponibilidad de ex Bangkok de Rish Vegas. Por supuesto, la anunciaban ofreciendo un servicio de primera clase con todas las opciones imaginables. Acordamos una hora y un servicio de dos horas.
Desde el momento en que entró en la habitación, algo era extraño en su comportamiento y lenguaje corporal.
Recuerdo vagamente un comentario anterior de un hermano lechero que había comentado sobre su estado mental y físico cuando estaba con RV o era independiente por un tiempo. Apenas dijo una palabra, apenas sonrió. Estaba nerviosa, y todo parecía indicar lo contrario. Pensé que o bien tenía problemas mentales o estaba drogada, o peor aún, ambas cosas. Tuve que tomar la iniciativa en todo, incluso para que se sentara. Fui lo más educado y caballeroso posible sin forzar nada.
Después de quitarse la ropa a regañadientes con mi ayuda, prácticamente se hizo un ovillo y señaló el condón en la mesita de noche. Le pregunté si podía practicarle sexo oral y asintió con la cabeza, pero no se relajaba. Luego se excusó para ir al baño y estuvo allí con el teléfono durante unos diez minutos. Si no me equivoco, otra persona ya había reportado un comportamiento similar. Regresó del baño, se sentó en la cama con la mirada perdida, pero estaba atenta a la persona con la que estaba chateando. Le indiqué amablemente que guardara el teléfono y me respondió que estaba contestando los mensajes que recibía, como si yo fuera el tonto por preguntarme por qué lo usaba durante el servicio. Miré el reloj y ya casi se cumplía una hora y, entre el uso constante del teléfono, sus visitas al baño y su postura encogida, no había pasado nada relevante. Después de un par de minutos de sexo oral mediocre, tuve que ponerle la mano en mi pene para estimularlo manualmente y poder ponerme el condón. Le pedí que se pusiera encima y se negó. Le pedí que nos pusiéramos en cuatro patas y se negó. No le pregunté qué quería y me dijo que yo debía estar encima. Le dije que estaba bien, pero tenía las piernas rígidas y cerradas, y no me dejaba penetrarla completamente. Logré eyacular de todos modos, pero no sentí ninguna satisfacción ni placer.
Ella se mete a duchar inmediatamente y se queda en el baño entre 15-20 minutos, y ahora estamos en la segunda hora.
Salió del baño, se puso la ropa interior y la falda, y le pregunté si se iba. Me dijo que no, que tenía frío. Bien, le dije que apagara el aire acondicionado. Entonces tuvo la osadía de traerme la carta y pedirme que le pidiera una piña colada. Le dije que estaba bromeando, pero no entendió la broma. Le ofrecí que se metiera bajo las sábanas para calentarse, pero por su lenguaje corporal supe que la cosa no iba a terminar bien. Le pregunté si estaba lista para la segunda ronda y negó con la cabeza vehementemente, dejando claro que no quería. En ese momento, dejé de tocarla por completo y perdí la paciencia, pero aun así, con educación, le dije que en ese caso tenía que informar a su agencia de lo que estaba pasando.
Notifiqué a la agencia y ya se imaginarán el resultado. No entraré en detalles, pero su respuesta fue sumamente decepcionante, aunque no esperaba nada mejor.
No vale la pena copiar y pegar la hora de cada mensaje para demostrar a qué hora entró a la habitación y a qué hora reporté el problema, porque según ellos, me quejé justo cuando el servicio estaba terminando, y sé que aún quedaban unos 30 minutos. En fin, aprendí la lección: nunca reservar dos horas con una chica nueva ni con una agencia nueva. Y eviten a toda costa esta agencia y a esta chica en particular. Por cierto, la otra chica que anuncian como BMW también es de Rish, California.
PS: Cabe destacar también que, aunque tuve que marcar "sí" para sexo oral, su boca nunca pasó de la cabeza de mi pene, así que técnicamente fue una felación fingida.
