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Entre el orgullo y la dignidad.

Stefan Volich

Miembro Reconocido
Entre el orgullo y la dignidad.
Este relato es un fragmento de mi vida personal que no tiene nada de especial, ni tampoco tendría porque esconder.
Hace tiempo tuve una pareja sentimental que recién comenzábamos la relación entre nosotros, sin embargo, tuve una oferta laboral fuera del estado y se habló para que no hubiese malentendido alguno. Las cosas transcurrieron con normalidad; entre nosotros siempre existía ese día en el que ya no estaríamos juntos, pero era algo hablado, nos convencimos de que no habría mayor complicación.
Para mí siempre será indispensable la confianza, de manera que yo la otorgué sin miramientos.
El día llegó, tenía que irme y por una disputa de temperamentos, no se produjo la despedida que incluiría pasión, promesas y mucho amor. Total, yo viajé desde la perla tapatía a otro estado de nuestra República. El hecho en sí acarreó problemas porque existía “ese evento” que no se produjo. Era consciente de eso, por consiguiente, siguieron meses silenciosos donde la fractura emergió entre nosotros. No se habló de acabar la relación, pero al parecer era un final anunciado.
Con el paso del tiempo, un día, sin esperarlo, volvió el contacto. Por mi parte, a pesar de encontrarme lejos, el hecho accidentado entre los dos me tenía mosqueado. No me apetecía tener nada, ni hablar con nadie. De alguna manera, pensaba que al regresar tendría oportunidad de hablarlo. Por esa sencilla razón, continué guardándome mucho tiempo.
En ese intercambio textual, nos pusimos al día, regresaron las expresiones de cariño, esos comentarios del deseo contenido, la pasión de las brasas de un amor prometedor y esa hambre de intimidad que se alimentaba tras cada anochecer. Esa dinámica nos condujo a hablar de nuestros actos, y por una razón —el estigma de la mujer sobre el hombre, donde todos somos “iguales”— ella me acusó de que seguramente tendría relaciones en el lugar donde estaba viviendo. Yo lo negué, porque hasta la fecha, nunca he intentado nada con nadie. Y cuando a mi se me ocurrió preguntar por ella, —ilusamente pensé que sería recíproco—, pues resulto que: NO.
Ella era —en sus propias palabras—, una mujer con mucha necesidad sexual, y no se iba a detener por mí. Así que me confesó que tenía un “amigo/novio” donde podía atender sus ganas “sin mezclar sentimiento”.
No quisiera aburrirlos con más conjeturas y explicaciones verosímiles sobre ese detalle, pero la conclusión es que me sentí como mierda.
Así que, yo no podía ser igual que ella, es decir, no podía ser tan vulgar y ruin para no tener autocontrol. De manera que me propuse no volver al onanismo, ni a ceder a los impulsos carnales. Después de unos días difíciles, sobre todo al inicio, logré perder toda tentación y pude sobreponerme a los impulsos, que muchas veces son un hábito solamente.
Ahora, mi regla es la siguiente: solo cuando estoy con una mujer es cuando doy rienda suelta a mis impulsos. Por supuesto, retomé mis actividades en el mundo del placer. Pero desde entonces, trato de no parecerme a esa persona vulgar y promiscua que me falló, aunque ella dijo: “deberías valorar mi honestidad”.
No me asusta la gente que consume pornografía, ni las vulgaridades, ni la promiscuidad. Solo a mi me hirieron en el orgullo y para mi fue suficiente para evitar seguir siendo lo que tanto aborrecí.
Saludos, caballeros.
Siempre suyo, Stefan Volich.
 
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Stefan Volich

Miembro Reconocido
Entre el orgullo y la dignidad.
Este relato es un fragmento de mi vida personal que no tiene nada de especial, ni tampoco tendría porque esconder.
Hace tiempo tuve una pareja sentimental que recién comenzábamos la relación entre nosotros, sin embargo, tuve una oferta laboral fuera del estado y se habló para que no hubiese malentendido alguno. Las cosas transcurrieron con normalidad; entre nosotros siempre existía ese día en el que ya no estaríamos juntos, pero era algo hablado, nos convencimos de que no habría mayor complicación.
Para mí siempre será indispensable la confianza, de manera que yo la otorgué sin miramientos.
El día llegó, tenía que regresar y por una disputa de temperamentos, no se produjo la despedida que incluiría pasión, promesas y mucho amor. Total, yo viajé desde la perla tapatía a otro estado de nuestra República. El hecho en sí acarreó problemas porque existía “ese hecho” que no se produjo. Era consciente de eso, por consiguiente, siguieron meses silenciosos donde la fractura emergió entre nosotros. No se habló de acabar la relación, pero al parecer era un final anunciado.
Con el paso del tiempo, un día, sin esperarlo, volvió el contacto. Por mi parte, a pesar de encontrarme lejos, el hecho accidentado entre los dos me tenía mosqueado. No me apetecía tener nada, ni hablar con nadie. De alguna manera, pensaba que al regresar tendría oportunidad de hablarlo. Por esa sencilla razón, continué guardándome mucho tiempo.
En ese intercambio textual, nos pusimos al día, regresaron las expresiones de cariño, esos comentarios del deseo contenido, la pasión de las brasas de un amor prometedor y esa hambre de intimidad que se alimentaba tras cada anochecer. Esa dinámica nos condujo a hablar de nuestros actos, y por una razón —el estigma de la mujer sobre el hombre, donde todos somos “iguales”— ella me acusó de que seguramente tendría relaciones en el lugar donde estaba viviendo. Yo lo negué, porque hasta la fecha, nunca he intentado nada con nadie. Y cuando a mi se me ocurrió preguntar por ella, —ilusamente pensé que sería recíproco—, pues resulto que: NO.
Ella era —en sus propias palabras—, una mujer con mucha necesidad sexual, y no se iba a detener por mí. Así que me confesó que tenía un “amigo/novio” donde podía atender sus ganas “sin mezclar sentimiento”.
No quisiera aburrirlos con más conjeturas y explicaciones verosímiles sobre ese detalle, pero la conclusión es que me sentí como mierda.
Así que, yo no podía ser igual que ella, es decir, no podía ser tan vulgar y ruin para no tener autocontrol. Así que me propuse no volver al onanismo, ni a ceder a los impulsos carnales. Después de unos días difíciles, sobre todo al inicio, logré perder toda tentación y pude sobreponerme a los impulsos, que muchas veces son un hábito solamente.
Ahora, mi regla es la siguiente: solo cuando estoy con una mujer es cuando doy rienda suelta a mis impulsos. Por supuesto, retomé mis actividades en el mundo del placer. Pero desde entonces, trato de no parecerme a esa persona vulgar y promiscua que me falló, aunque ella dijo: “deberías valorar mi honestidad”.
No me asusta la gente que consume pornografía, ni las vulgaridades, ni la promiscuidad. Solo a mi me hirieron en el orgullo y para mi fue suficiente para evitar seguir siendo lo que tanto aborrecí.
Saludos, caballeros.
Siempre suyo, Stefan Volich.

@Aquiles
 

Aquiles

Miembro Reconocido
Ese mi puti poeta @Stefan Volich 🤙🔥👊😎
Y lo digo en buen rollo y con afecto My men.
Es un placer leer esas palabras inclitas e incolumes de tu parte.
A todos nos ha pasado que una puta vieja nos cambia en chinga por otro bato y por otra verga, pero este tipo de mujeres valen madre, las mujeres de verdad jamas harian algo así.
Confundir sinismo con honestidad es muy común en estos días.
Las mujeres en general saben hacer el duelo de pareja durante la relación y cuando se termina ya tienen otro bato que les da verga y cercanía afectiva.

Carnal el tiempo corre, así que ve y coge putas y civiles, eso de auto castigarte porque la vieja te fue infiel, mm como para que te sirve eso? , solo es estar alimentando la envidia, el apego, los celos y la rabia de que la vieja anda amor y paz y cogiendo, como si nada y tu aquí dedicándole un post a la puta vieja jejeje
"Nunca vale la pena obsesionarse por ninguna mujer, sea o no una sexo servidora"

Asumir la propia masculinidad nos hace independientes porque se reconoce el propio poder que tengo como hombre".


El porno y el contenido' daña al hombre, generando eyaculación precoz, envidia sobre el tamaño de la.verga de otros hombre que se traduce en impotencia sexual. Y venirse no es nada positivo. Yo llevo 3 años sin venirme y sin ver estímulos de porno y créeme es como tener cialis Pero natural , sexo por tiempo ilimitado, en fin he prometido subir ese post Pero alguno momento.

Posdata
Bato espero mis líneas aporten algo y sino pues chinga tu madre jaja nahhh , aquí puro cotorreo chido My men.
🔥👊😎🤙
 
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Stefan Volich

Miembro Reconocido
Ese mi puti poeta @Stefan Volich 🤙🔥👊😎
Y lo digo en buen rollo y con afecto My men.
Es un placer leer esas palabras inclitas e incolumes de tu parte.
A todos nos ha pasado que una puta vieja nos cambia en chinga por otro bato y por otra verga, pero este tipo de mujeres valen madre, las mujeres de verdad jamas harian algo así.
Confundir sinismo con honestidad es muy común en estos días.
Las mujeres en general saben hacer el duelo de pareja durante la relación y cuando se termina ya tienen otro bato que les da verga y cercanía afectiva.

Carnal el tiempo corre, así que ve y coge putas y civiles, eso de auto castigarte porque la vieja te fue infiel, mm como para que te sirve eso? , solo es estar alimentando la envidia, el apego, los celos y la rabia de que la vieja anda amor y paz y cogiendo, como si nada y tu aquí dedicándole un post a la puta vieja jejeje
"Nunca vale la pena obsesionarse por ninguna mujer, sea o no una sexo servidora"

Asumir la propia masculinidad nos hace independientes porque se reconoce el propio poder que tengo como hombre".


El porno y el contenido' daña al hombre, generando eyaculación precoz, envidia sobre el tamaño de la.verga de otros hombre que se traduce en impotencia sexual. Y venirse no es nada positivo. Yo llevo 3 años sin venirme y sin ver estímulos de porno y créeme es como tener cialis Pero natural , sexo por tiempo ilimitado, en fin he prometido subir ese post Pero alguno momento.

Posdata
Bato espero mis líneas aporten algo y sino pues chinga tu madre jaja nahhh , aquí puro cotorreo chido My men.
🔥👊😎🤙

Yo no lo veo como un auto castigo, más bien lo veo como una invitación a no caer tan bajo.

Yo no sufro, gozo de poder ser libre y no estar encadenado a la banalidad del sexo.

Claro que inspira todo lo que leemos, y encontramos puntos en común.

Saludos, My friend. @Aquiles
 

Richy Lona

Miembro Reconocido
Gran redacción, pero si me saca de onda que no esté usted "encadenado a la banalidad del sexo" y que se encuentre redactando esto en un sitio de recomendaciones de sexo servicio.
Entonces aborrece a la mujer que le fue infiel? A mí también me fueron infiel y se siente de la v3rg4, pero no veo como "no ser como ella" evitando la promiscuidad te ayude a superarla. Mejor rifate con unas recomendaciones 😜
 

Stefan Volich

Miembro Reconocido
Gran redacción, pero si me saca de onda que no esté usted "encadenado a la banalidad del sexo" y que se encuentre redactando esto en un sitio de recomendaciones de sexo servicio.
Entonces aborrece a la mujer que le fue infiel? A mí también me fueron infiel y se siente de la v3rg4, pero no veo como "no ser como ella" evitando la promiscuidad te ayude a superarla. Mejor rifate con unas recomendaciones 😜

@Richy Lona, espero se encuentre muy bien, y tenga magnífica noche.

Respecto a mi confesión, permítame acotar lo siguiente, yo disfruto mucho comer, es uno de mis grandes gustos en esta vida, y no padezco ningún transtorno alimenticio, ni adolezco la gula. De la misma manera, no soy promiscuo, ni atado a la banalidad del sexo. Disfruto los placeres de vida. Tengo publicada una reseña donde hago bien en explicar la suerte que tendrá con un angelito que poseí en mis mundanas manos.

Ahora, también he mencionado que tengo conocimiento de otro tipo de servicios con personajes de candystore. Lógicamente, son precios más elevados y ya depende del presupuesto y gusto de cada quién.
 

elmeromero

Miembro Reconocido
Ah, las mujeres. Siempre van a marcar la vida de uno, por las buenas o por las malas.

Qué bueno que trascendiste la banalidad del sexo. Entiendo perfectamente bien esa parte, cuando tu vida no gira en torno a los impulsos de tu pito. Creo que hasta se coge mejor así con esa mentalidad que nomás ir a coger por coger.
 

Capitanazo

Miembro Reconocido
Entre el orgullo y la dignidad.
Este relato es un fragmento de mi vida personal que no tiene nada de especial, ni tampoco tendría porque esconder.
Hace tiempo tuve una pareja sentimental que recién comenzábamos la relación entre nosotros, sin embargo, tuve una oferta laboral fuera del estado y se habló para que no hubiese malentendido alguno. Las cosas transcurrieron con normalidad; entre nosotros siempre existía ese día en el que ya no estaríamos juntos, pero era algo hablado, nos convencimos de que no habría mayor complicación.
Para mí siempre será indispensable la confianza, de manera que yo la otorgué sin miramientos.
El día llegó, tenía que irme y por una disputa de temperamentos, no se produjo la despedida que incluiría pasión, promesas y mucho amor. Total, yo viajé desde la perla tapatía a otro estado de nuestra República. El hecho en sí acarreó problemas porque existía “ese evento” que no se produjo. Era consciente de eso, por consiguiente, siguieron meses silenciosos donde la fractura emergió entre nosotros. No se habló de acabar la relación, pero al parecer era un final anunciado.
Con el paso del tiempo, un día, sin esperarlo, volvió el contacto. Por mi parte, a pesar de encontrarme lejos, el hecho accidentado entre los dos me tenía mosqueado. No me apetecía tener nada, ni hablar con nadie. De alguna manera, pensaba que al regresar tendría oportunidad de hablarlo. Por esa sencilla razón, continué guardándome mucho tiempo.
En ese intercambio textual, nos pusimos al día, regresaron las expresiones de cariño, esos comentarios del deseo contenido, la pasión de las brasas de un amor prometedor y esa hambre de intimidad que se alimentaba tras cada anochecer. Esa dinámica nos condujo a hablar de nuestros actos, y por una razón —el estigma de la mujer sobre el hombre, donde todos somos “iguales”— ella me acusó de que seguramente tendría relaciones en el lugar donde estaba viviendo. Yo lo negué, porque hasta la fecha, nunca he intentado nada con nadie. Y cuando a mi se me ocurrió preguntar por ella, —ilusamente pensé que sería recíproco—, pues resulto que: NO.
Ella era —en sus propias palabras—, una mujer con mucha necesidad sexual, y no se iba a detener por mí. Así que me confesó que tenía un “amigo/novio” donde podía atender sus ganas “sin mezclar sentimiento”.
No quisiera aburrirlos con más conjeturas y explicaciones verosímiles sobre ese detalle, pero la conclusión es que me sentí como mierda.
Así que, yo no podía ser igual que ella, es decir, no podía ser tan vulgar y ruin para no tener autocontrol. De manera que me propuse no volver al onanismo, ni a ceder a los impulsos carnales. Después de unos días difíciles, sobre todo al inicio, logré perder toda tentación y pude sobreponerme a los impulsos, que muchas veces son un hábito solamente.
Ahora, mi regla es la siguiente: solo cuando estoy con una mujer es cuando doy rienda suelta a mis impulsos. Por supuesto, retomé mis actividades en el mundo del placer. Pero desde entonces, trato de no parecerme a esa persona vulgar y promiscua que me falló, aunque ella dijo: “deberías valorar mi honestidad”.
No me asusta la gente que consume pornografía, ni las vulgaridades, ni la promiscuidad. Solo a mi me hirieron en el orgullo y para mi fue suficiente para evitar seguir siendo lo que tanto aborrecí.
Saludos, caballeros.
Siempre suyo, Stefan Volich.
Según parece lo que escribes puedo decir que ese sujeto se la estaba merendado antes de irte, es decir te pusieron los cachos y tu no vistes señales. Por otro lado colega busca ayuda psicológica profesional con un buen psicólogo de preferencia con un hombre y que no sea ni SIMP ni aliade ni mucho menos una mujer. Por otro lado las mujeres como la que mencionas que era tu novia hacen lo típico de quitarse de culpas mostrándose franca.
Aquí tienes de dos sopas el lado Positivo: 1) no vuelvas a buscarla por más ganas que tengas, 2) Bloquéala completamente de tus contactos, también no la tengas de amiga. Si busca hacerte sentir mal, simplemente dile que las cosas ya no pueden funcionar y que tienes mejores cosas que hacer y no le des más explicaciones. Las morras siempre tienen al del gusto y al del gasto, y lo siento compa usted fue el del gasto. De que te buscará cuando el amigobio la mande a la verga es muy probable, " nada más recuerda la imagen de que quizás al amigobio le hacía cosas que a ti no y también que ella buscaba que ese sujeto la empotrara a pesar de la relación. Constrúyase compa ve al gimnasio mejora en tu vida laboral, familiar y con tus amigos y de ser posible ya no consuma putas.
 
Última edición:

Stefan Volich

Miembro Reconocido
Según parece lo que escribes puedo decir que ese sujeto se la estaba merendado antes de irte, es decir te pusieron los cachos y tu no vistes señales. Por otro lado colega busca ayuda psicológica profesional con un buen psicólogo de preferencia con un hombre y que no sea ni SIMP ni aliade ni mucho menos una mujer. Por otro lado las mujeres como la que mencionas que era tu novia hacen lo típico de quitarse de culpas mostrándose franca.
Aquí tienes de dos sopas el lado Positivo: 1) no vuelvas a buscarla por más ganas que tengas, 2) Bloquéala completamente de tus contactos, también no la tengas de amiga. Si busca hacerte sentir mal, simplemente dile que las cosas ya no pueden funcionar y que tienes mejores cosas que hacer y no le des más explicaciones. Las morras siempre tienen al del gusto y al del gasto, y lo siento compa usted fue el del gasto. De que te buscará cuando el amigobio la mande a la verga es muy probable, " nada más recuerda la imagen de que quizás al amigobio le hacía cosas que a ti no y también que ella buscaba que ese sujeto la empotrara a pesar de la relación. Constrúyase compa ve al gimnasio mejora en tu vida laboral, familiar y con tus amigos y de ser posible ya no consuma putas.

Gracias, @Capitanazo.

Pero debo declinar la invitación de ir al terapeuta. Nosotros nos refugiamos en la filosofía y literatura. Buenos refugios para escapar de esas criaturas miserables.
 

Capitanazo

Miembro Reconocido
Gracias, @Capitanazo.

Pero debo declinar la invitación de ir al terapeuta. Nosotros nos refugiamos en la filosofía y literatura. Buenos refugios para escapar de esas criaturas miserables.
Colega precisamente refugiarnos es sano, pero los profesionales estudiaron años para comprender la psiquis humana con terapia puedes salir. Además es importante el duelo pero tampoco por un mal comportamiento debes privarte de vivir sanamente. Además no hay nada más que les duela a las mujeres mierdosas que te dejaron que seguiste adelante sin ellas y lo más doloroso es que vean que tienes una mejor nalga a tu lado.
 

Stefan Volich

Miembro Reconocido
Colega precisamente refugiarnos es sano, pero los profesionales estudiaron años para comprender la psiquis humana con terapia puedes salir. Además es importante el duelo pero tampoco por un mal comportamiento debes privarte de vivir sanamente. Además no hay nada más que les duela a las mujeres mierdosas que te dejaron que seguiste adelante sin ellas y lo más doloroso es que vean que tienes una mejor nalga a tu lado.

Las etapas de duelo más generales que se describen en la tanatología ya fueron sorteadas de manera natural.
Todo está muy bien. Me siento pleno, y no ocupe hacer nada. Ella se encargó de borrar todo, así que ando fresco por la "street".
 

Aquiles

Miembro Reconocido
Según parece lo que escribes puedo decir que ese sujeto se la estaba merendado antes de irte, es decir te pusieron los cachos y tu no vistes señales. Por otro lado colega busca ayuda psicológica profesional con un buen psicólogo de preferencia con un hombre y que no sea ni SIMP ni aliade ni mucho menos una mujer. Por otro lado las mujeres como la que mencionas que era tu novia hacen lo típico de quitarse de culpas mostrándose franca.
Aquí tienes de dos sopas el lado Positivo: 1) no vuelvas a buscarla por más ganas que tengas, 2) Bloquéala completamente de tus contactos, también no la tengas de amiga. Si busca hacerte sentir mal, simplemente dile que las cosas ya no pueden funcionar y que tienes mejores cosas que hacer y no le des más explicaciones. Las morras siempre tienen al del gusto y al del gasto, y lo siento compa usted fue el del gasto. De que te buscará cuando el amigobio la mande a la verga es muy probable, " nada más recuerda la imagen de que quizás al amigobio le hacía cosas que a ti no y también que ella buscaba que ese sujeto la empotrara a pesar de la relación. Constrúyase compa ve al gimnasio mejora en tu vida laboral, familiar y con tus amigos y de ser posible ya no consuma putas.
El del gusto y del gasto, jajaja ese @Capitanazo :cool:👊
 

Aquiles

Miembro Reconocido
Colega precisamente refugiarnos es sano, pero los profesionales estudiaron años para comprender la psiquis humana con terapia puedes salir. Además es importante el duelo pero tampoco por un mal comportamiento debes privarte de vivir sanamente. Además no hay nada más que les duela a las mujeres mierdosas que te dejaron que seguiste adelante sin ellas y lo más doloroso es que vean que tienes una mejor nalga a tu lado.
La terapia es algo genial, mi senólogo colombiano me ayudo mucho sobre temas sexuales y resolver temas con las putas viejas.
No soy red pill pero esta cultura antagónica del feminazismo tiene atisbos y tips rifados para nosotros los hombres.
 

Aquiles

Miembro Reconocido
Yo no lo veo como un auto castigo, más bien lo veo como una invitación a no caer tan bajo.

Yo no sufro, gozo de poder ser libre y no estar encadenado a la banalidad del sexo.

Claro que inspira todo lo que leemos, y encontramos puntos en común.

Saludos, My friend. @Aquiles
Chale men, a leguas se nota que andas por la calle de la puti amargura con esta pinche vieja desleal. Varios catadores ya te mostraron comentarios de apoyo, pero bueno. Tu sabrás que rollo, nomas no te nos vayas a suicidar por una pinche vieja puta de las de "sin cobrar men".
pues a seguir cogiendo porque por algo dios nos dio la santa verga.
👊🔥:cool:
 

Stefan Volich

Miembro Reconocido
Chale men, a leguas se nota que andas por la calle de la puti amargura con esta pinche vieja desleal. Varios catadores ya te mostraron comentarios de apoyo, pero bueno. Tu sabrás que rollo, nomas no te nos vayas a suicidar por una pinche vieja puta de las de "sin cobrar men".
pues a seguir cogiendo porque por algo dios nos dio la santa verga.
👊🔥:cool:

No pienso cometer suicidio. Yo espero regresar a la perla para mis siguientes encuentros y traer algunas reseñas al estilo Volich.

Saludos, @Aquiles
 

wonderfulll magic

Miembro Reconocido
Entre el orgullo y la dignidad.
Este relato es un fragmento de mi vida personal que no tiene nada de especial, ni tampoco tendría porque esconder.
Hace tiempo tuve una pareja sentimental que recién comenzábamos la relación entre nosotros, sin embargo, tuve una oferta laboral fuera del estado y se habló para que no hubiese malentendido alguno. Las cosas transcurrieron con normalidad; entre nosotros siempre existía ese día en el que ya no estaríamos juntos, pero era algo hablado, nos convencimos de que no habría mayor complicación.
Para mí siempre será indispensable la confianza, de manera que yo la otorgué sin miramientos.
El día llegó, tenía que irme y por una disputa de temperamentos, no se produjo la despedida que incluiría pasión, promesas y mucho amor. Total, yo viajé desde la perla tapatía a otro estado de nuestra República. El hecho en sí acarreó problemas porque existía “ese evento” que no se produjo. Era consciente de eso, por consiguiente, siguieron meses silenciosos donde la fractura emergió entre nosotros. No se habló de acabar la relación, pero al parecer era un final anunciado.
Con el paso del tiempo, un día, sin esperarlo, volvió el contacto. Por mi parte, a pesar de encontrarme lejos, el hecho accidentado entre los dos me tenía mosqueado. No me apetecía tener nada, ni hablar con nadie. De alguna manera, pensaba que al regresar tendría oportunidad de hablarlo. Por esa sencilla razón, continué guardándome mucho tiempo.
En ese intercambio textual, nos pusimos al día, regresaron las expresiones de cariño, esos comentarios del deseo contenido, la pasión de las brasas de un amor prometedor y esa hambre de intimidad que se alimentaba tras cada anochecer. Esa dinámica nos condujo a hablar de nuestros actos, y por una razón —el estigma de la mujer sobre el hombre, donde todos somos “iguales”— ella me acusó de que seguramente tendría relaciones en el lugar donde estaba viviendo. Yo lo negué, porque hasta la fecha, nunca he intentado nada con nadie. Y cuando a mi se me ocurrió preguntar por ella, —ilusamente pensé que sería recíproco—, pues resulto que: NO.
Ella era —en sus propias palabras—, una mujer con mucha necesidad sexual, y no se iba a detener por mí. Así que me confesó que tenía un “amigo/novio” donde podía atender sus ganas “sin mezclar sentimiento”.
No quisiera aburrirlos con más conjeturas y explicaciones verosímiles sobre ese detalle, pero la conclusión es que me sentí como mierda.
Así que, yo no podía ser igual que ella, es decir, no podía ser tan vulgar y ruin para no tener autocontrol. De manera que me propuse no volver al onanismo, ni a ceder a los impulsos carnales. Después de unos días difíciles, sobre todo al inicio, logré perder toda tentación y pude sobreponerme a los impulsos, que muchas veces son un hábito solamente.
Ahora, mi regla es la siguiente: solo cuando estoy con una mujer es cuando doy rienda suelta a mis impulsos. Por supuesto, retomé mis actividades en el mundo del placer. Pero desde entonces, trato de no parecerme a esa persona vulgar y promiscua que me falló, aunque ella dijo: “deberías valorar mi honestidad”.
No me asusta la gente que consume pornografía, ni las vulgaridades, ni la promiscuidad. Solo a mi me hirieron en el orgullo y para mi fue suficiente para evitar seguir siendo lo que tanto aborrecí.
Saludos, caballeros.
Siempre suyo, Stefan Volich.
Básicamente, desde la supuesta pelea se ve que nomas fue un pretexto, ya te estaban cuerneando, en fin una historia mas mi gente
 
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