Puedo decirles que esto lo tengo 100% probado y comprobado recientemente.
Hace unos meses una chica a la que veía muy seguido (2 o 3 veces al mes) porque ya estaba a nada de tomarla con el estatus de scort de cabecera, decidió subir sus precios pero cuál va siendo mi sorpresa cuando ví que su aumento era de casi $1,000 por hora, de por sí su arancel normal ya estaba dentro del rango de scort cara y con esto se volvía estúpidamente cara
Cuando me dijo del aumento si le dije "oye ese precio la verdad si esta muy alto no crees?, yo no creo que haya muchos que lo quieran o lo puedan pagar así como así"
A ella no le importo el consejo y anuncio sus nuevos precios, más o menos 2 semanas despues de esto me mandó mensaje saludandome y con una foto suya en lencería preguntándome cuando nos íbamos a ver, a lo que le respondí que no sabía con eso de sus nuevos precios.
Pasaron 4 meses y no les mentirte colegas está vieja me encanta y varias veces estuve a nada de contratarla valiendome madres el nuevo precio y más cuando me mandaba mensajes y fotos.
El caso es que justo la semana pasada antes de los días santos me mandó un mensaje preguntandome si saldría de vacaciones a algún lado, le respondí que no y le pregunté si ella tenía algún plan y pues ya se la saben, historia triste, muchos problemas, preocupaciones y bla bla bla, para cerrar con "oye amor y si nos vemos este fin? y es más, nos vemos con mi precio normal"
Así es colegas le di hasta hartarme desquitando los 4 meses que no la vi, al final de la faena me platico como le había ido en esos últimos meses y que se dió cuenta de que el aumento en sus precios no resultó como lo había pensado, ahí le dije que no estaba mal que subiera sus precios pero tampoco tan a lo pendejo.
Ya ha anunciado que bajara sus precios y solo aumentará $300 en lugar de los $1,000.
Así que la resistencia funciona colegas solo debe ser hecha por todos.
La reflexión de la oferta y la demanda puede ser a bien, algo repetitivo en este sitio. Sin embargo, en conformidad con la venia que concede este espacio, es preciso desmenuzar tanto al cliente como al prestador de servicio.
Por un lado, los clientes pueden dividirse en dos rubros, tomando como punto de partida su postura respecto a la oferta: están los que priorizar el menor costo y aquellos que son indiferentes al costo —porque dentro de su raciocinio lo ven «justo»—. Mientras que del lado de las ofertantes, solo afirmaremos que: “velan por su propio interés y eligen el valor que creen «justo» —ya sea que se comparan con las demás, o hacen un promedio, o solo es su pretensión económica—, al final cómo toman la decisión ellas radica en su potencia (tomaremos un paralelismo con el terminó empleado por F. Nietzsche).
Dentro de la economía “liberal” donde hay competidores, hay patrones que se vuelven repetitivos y tendencias. Por ejemplo, un servidor tiene experiencia en el sector comercial, entonces es justo decir que: SECTORES COMO EL BANCARIO OFRECE LOS MISMOS SERVICIOS, Y ENTRE BANCOS SOLO CAMBIAN EL NOMBRE DE LOS PRODUCTOS PARA DIFERENCIARSE EN LA MENTE DEL CONSUMIDOR POTENCIAL. Pero lo que realmente genera una diferencia entre competidores son: la calidad en el servicio, el trato al cliente, las tasas más bajas, comisiones más bajas, disponibilidad, respuestas ante problemas y accesibilidad a la banca, por decir algunas.
Entonces aquí es lo mismo, y dada la situación puntual. Ya existe una relación comercial de tiempo, es decir, usted es un cliente recurrente —porque imagino que nunca dejó de retribuir el servicio—, mientras que ella fungía como su proveedor, y al saber la “fidelidad” no había necesidad de modificar las condiciones de la relación comercial.
Digamos pues, que el proveedor necesita o quiere modificar sus precios. Aquí se señala que después de esa “mala” decisión hubo un impacto negativo en los ingresos “estimados”, eso lo incluye a usted, porque forma parte de su mercado cautivo. Cuando el proveedor nota que los clientes “fieles” ya no consumen con la misma frecuencia, plantea un cuestionamiento para saber “en qué falló”, cuando usted le externa que el problema es el precio, el proveedor con tal de mantener “su fidelidad” ajusta el precio.
Es un claro ejemplo de negociación, donde el consumidor decide no rentar los servicios, en este caso a razón del costo alto. Por otro lado, el proveedor demuestra que en su decisión “hay falta de elementos para haber tomado esa decisión”.
Para quiénes no tenemos relación comercial con su proveedor, solo debemos analizar y someter a criterio nuestro la razonabilidad de lo ofertado por el costo del producto.
Aunque es cansino escuchar como los «simplones» —me causa animadversión el término simp—, no siempre son las causas de los precios elevados.
La variedad de servicios, la calidad en el servicio, el aspecto físico, pero sobre todo y lo más importante, el gusto de cada quién por el objeto de deseo; son los responsables de una regulación, que aunque parece ineficaz sigue vigente hasta estos días.
No olvidemos que todos tenemos un precio, solo es cuestión de llegar a esa cifra.
Como siempre un gusto poder charlar con personas reputadas, saludos.