- Nombre / Agencia
- Independiente
- Contacto
- @Musa_angelique
- Precio
- 2900 Promo por 3 horas
- Tiempo acordado
- 3 horas
- Forma de pago
- Transferencia
- Anticipo
- 500
- Rostro
- 5,00 estrella(s)
- Imagen (Photoshop/Filtros)
- No vi fotos de ella previo al encuentro.
- Busto
- 5,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 4,00 estrella(s)
- Actitud
- 4,00 estrella(s)
- Edad aproximada
- Menos de 28
- Trasero
- 4,00 estrella(s)
- Besos
- Besos Apasionados
- Oral
- 4,00 estrella(s)
- Atención a los huevos
- No es indispensable para mi
- Oral con baba
- No
- Oral a ella
- Si
- Oral natural
- Depende higiene y es extra
- Anal
- A negociar y previo l encuentro
- Extras
- No pregunté, aunque ella refiere que si hay chance de abordar cualquier inquietud al respecto
- Desempeño Sexual
- 5,00 estrella(s)
- Repetirías/Recomendada?
- Quizá sí, cuando vuelva a la ciudad
Grata sorpresa.
Mi experiencia con este angelito del cielo fue una grata sorpresa. El encuentro se dio el 28 del mes pasado, pero por temas laborales no había podido sentarme a reseñar como era debido.
No quisiera extenderme mucho en el tema, porque es evidente que cualquiera prefiere conocer los detalles necesarios para saber si la susodicha en cuestión, es viable para tu próxima decisión de encuentro.
A saber, la cuestión es que ese día traía la idea de ir a la deslechada sí o sí. Como se me había caído un encuentro con una diva que andaba de gira por GDL, comencé a buscar en las redes sociales y telegram para ver si había algo que hiciera decantarme por alguna señorita. La cosa es que solicité información a varias que encontré en esta página, y conforme iban respondiendo fue como opté por una decisión. No hace falta aclarar que no es la única que quedó en la lista, así que habrá más reseñas sobre algunas de las que ostentan mejores recomendaciones.
El celo profesional existe hasta en este rubro, y me siento más en confianza de opinar aquí que en los grupos de telegram como (Candy o LB) porque aunque no debería influir, al parecer si puede haber ciertas modificaciones del comportamiento.
Como le decía, pedí información. Me gustó el tamaño de los senos y según era complaciente, —no soy el que pide fotos para ver los frutos que Dios obsequia, pero como estoy enrolado en esto ya he pagado packs cuando amerita la ocasión; solo con fines investigativos—. Me agradó el arancel en la relación costo/beneficio y pactamos vernos en el California. Como en otros servicios VIP si se pide anticipo, en lo personal no me afecta estrechar tratos de buena fe. Al final, no es tanto como para pensar que me voy a quedar en bancarrota.
En lo personal, me gusta ofrecer una buena experiencia a cualquiera compañera de intimidades, por eso pedí la habitación con Jacuzzi, llegué e inicié el ritual de aseo, tanto de cuerpo como de boca. Comencé a llenar Jacuzzi y ya había pedido un vinito para celebrar las faenas. Hubo comunicación entre ambos, así que no se demoró mucho. Sin embargo, de la recepción del cuartel no recibí llamada y eso si me sacó de onda. Tocaron la puerta y por la zozobra experimenté una bajada de libido porque el nerviosismo de conocer por primera vez a alguien nunca desaparece. Abro la puerta y me encuentro a una hermosa niña de ojos de color con el cabello recortado e impresionantes manjares contenidos por una blusa que mostraba más de lo que ocultaba. Nos saludamos de beso, y yo tomé asiento en la silla de la habitación para observarla. Encendí mi bocina para amenizar el lugar y le pedí que se pusiera cómoda.
A. Aquí me permito acotar que la sentí un poco introvertida, y no logré inspirarle confianza a simple vista. Solo ella sabe sus razones. Así que no empezamos los envites hasta que recibió el finiquito del servicio. Procedí a hacer la transferencia y ya entra al baño para cambiarse.
La lencería que llevaba le quedaba muy bien haciendo resaltar todos sus dones, así que no perdí la oportunidad para invadir con mis manos llenas de perversión esas llanuras suaves como la porcelana.
— Maldición, siento que me estoy extendiendo y haciendo aburrida la reseña.
Me gusta prepara la merienda antes de comerla, así que yo tomé la iniciativa para ofrecerle un buen rato de pasión, así que puse a prueba su flexibilidad y fue satisfactoria. Luego ella toma la iniciativa de matarme con unos sentones que visto desde abajo, ofrecían una panorámica mejor que ni la Torre Eiffel.
Vino el primer brindis, de varios que fueron a lo largo de la velada. Luego retomamos en un intercambio fructífero de posiciones dejando volar la imaginación.
Le ofrecí ir al jacuzzi (entramos dos veces) porque era una especie de relajación entre las sesiones físicas vigorosas, así que no puedo pedir más.
Es agradable al trato, una chavita muy culta y que está estudiada. Creo que no es un trato como el de novios, pero es muy receptiva y puede adaptarse a nuestras peticiones.
Pido encarecidamente que respeten su personalidad, y pueda seguir alegrando nuestros días.
Soy la clase de persona que repite porque siento que siempre hay más potencial que solo con el tiempo se puede explotar al 100%. He repetido con varias de Candy, y aunque son mercados diferentes —algunos entenderán porqué—; al tratarse de personas, el razonamiento es el mismo.
Veremos si cuando acabe mi lista de pendientes, volvemos a empezar, así como el monopolis, solo que aquí, no compramos propiedad, sino forjamos recuerdos para toda la vida.
Mi experiencia con este angelito del cielo fue una grata sorpresa. El encuentro se dio el 28 del mes pasado, pero por temas laborales no había podido sentarme a reseñar como era debido.
No quisiera extenderme mucho en el tema, porque es evidente que cualquiera prefiere conocer los detalles necesarios para saber si la susodicha en cuestión, es viable para tu próxima decisión de encuentro.
A saber, la cuestión es que ese día traía la idea de ir a la deslechada sí o sí. Como se me había caído un encuentro con una diva que andaba de gira por GDL, comencé a buscar en las redes sociales y telegram para ver si había algo que hiciera decantarme por alguna señorita. La cosa es que solicité información a varias que encontré en esta página, y conforme iban respondiendo fue como opté por una decisión. No hace falta aclarar que no es la única que quedó en la lista, así que habrá más reseñas sobre algunas de las que ostentan mejores recomendaciones.
El celo profesional existe hasta en este rubro, y me siento más en confianza de opinar aquí que en los grupos de telegram como (Candy o LB) porque aunque no debería influir, al parecer si puede haber ciertas modificaciones del comportamiento.
Como le decía, pedí información. Me gustó el tamaño de los senos y según era complaciente, —no soy el que pide fotos para ver los frutos que Dios obsequia, pero como estoy enrolado en esto ya he pagado packs cuando amerita la ocasión; solo con fines investigativos—. Me agradó el arancel en la relación costo/beneficio y pactamos vernos en el California. Como en otros servicios VIP si se pide anticipo, en lo personal no me afecta estrechar tratos de buena fe. Al final, no es tanto como para pensar que me voy a quedar en bancarrota.
En lo personal, me gusta ofrecer una buena experiencia a cualquiera compañera de intimidades, por eso pedí la habitación con Jacuzzi, llegué e inicié el ritual de aseo, tanto de cuerpo como de boca. Comencé a llenar Jacuzzi y ya había pedido un vinito para celebrar las faenas. Hubo comunicación entre ambos, así que no se demoró mucho. Sin embargo, de la recepción del cuartel no recibí llamada y eso si me sacó de onda. Tocaron la puerta y por la zozobra experimenté una bajada de libido porque el nerviosismo de conocer por primera vez a alguien nunca desaparece. Abro la puerta y me encuentro a una hermosa niña de ojos de color con el cabello recortado e impresionantes manjares contenidos por una blusa que mostraba más de lo que ocultaba. Nos saludamos de beso, y yo tomé asiento en la silla de la habitación para observarla. Encendí mi bocina para amenizar el lugar y le pedí que se pusiera cómoda.
A. Aquí me permito acotar que la sentí un poco introvertida, y no logré inspirarle confianza a simple vista. Solo ella sabe sus razones. Así que no empezamos los envites hasta que recibió el finiquito del servicio. Procedí a hacer la transferencia y ya entra al baño para cambiarse.
La lencería que llevaba le quedaba muy bien haciendo resaltar todos sus dones, así que no perdí la oportunidad para invadir con mis manos llenas de perversión esas llanuras suaves como la porcelana.
— Maldición, siento que me estoy extendiendo y haciendo aburrida la reseña.
Me gusta prepara la merienda antes de comerla, así que yo tomé la iniciativa para ofrecerle un buen rato de pasión, así que puse a prueba su flexibilidad y fue satisfactoria. Luego ella toma la iniciativa de matarme con unos sentones que visto desde abajo, ofrecían una panorámica mejor que ni la Torre Eiffel.
Vino el primer brindis, de varios que fueron a lo largo de la velada. Luego retomamos en un intercambio fructífero de posiciones dejando volar la imaginación.
Le ofrecí ir al jacuzzi (entramos dos veces) porque era una especie de relajación entre las sesiones físicas vigorosas, así que no puedo pedir más.
Es agradable al trato, una chavita muy culta y que está estudiada. Creo que no es un trato como el de novios, pero es muy receptiva y puede adaptarse a nuestras peticiones.
Pido encarecidamente que respeten su personalidad, y pueda seguir alegrando nuestros días.
Soy la clase de persona que repite porque siento que siempre hay más potencial que solo con el tiempo se puede explotar al 100%. He repetido con varias de Candy, y aunque son mercados diferentes —algunos entenderán porqué—; al tratarse de personas, el razonamiento es el mismo.
Veremos si cuando acabe mi lista de pendientes, volvemos a empezar, así como el monopolis, solo que aquí, no compramos propiedad, sino forjamos recuerdos para toda la vida.
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