- Nombre / Agencia
- Perla
- Contacto
- Casita Harem
- Precio
- 350
- Tiempo acordado
- Media hora
- Forma de pago
- Efectivo
- Anticipo
- No
- Rostro
- 4,00 estrella(s)
- Busto
- 4,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 5,00 estrella(s)
- Actitud
- 5,00 estrella(s)
- Edad aproximada
- 24 años
- Trasero
- 5,00 estrella(s)
- Besos
- Picos
- Oral
- 3,00 estrella(s)
- Oral natural
- No
- Anal
- No pregunté
- Extras
- No pregunté
- Desempeño Sexual
- 3,00 estrella(s)
- Repetirías/Recomendada?
- Sí / Sí
La casita
Colegas estimados, la mayoría de las casitas son lugares de perdición y mala muerte y lo sabemos, así que antes de pasar a mi experiencia con Perla debo advertir para quien no conoce esta casita que las condiciones del lugar son deplorables. De todas maneras yo voy de vez en cuando, porque (como muchos de vuestras mercedes) soy un hombre caliente y sin freno. Cuando la verga toma el mando, la tolerancia a los cuchitriles aumenta con tal de remojar la brocha sabrosamente.
Me recibió Perla con una sonrisa discreta. Me encamina al cuarto de hasta el fondo, que podríamos decir que se trata del "VIP" y lo pongo entre comillas porque no es precisamente un lujo, sino que el hecho de tener su propio baño da una ventaja significativa, sobre todo si alguna vez, como a mí me pasó, tu calentura se ve interrumpida por unas repentinas ganas de hacer un urgente y hediondo depósito al bañorte. De hecho la instalación permite darte una ducha también, pero no lo recomiendo porque ya me imagino la flora invisible que abunda en aquellos azulejos viejos. No hablemos del reino fungi, porque estoy seguro que muchos de los colegas no llevan sus propias sandalias a las casitas, y las infecciones por hongos deben ser una de las principales causas de pestilencia entre colegas y sexoservidoras. No bien voy entrando al cuarto percibo un olor a concentrado de culo y patas, probablemente intensificado por la grasa humana en las paredes que actúa como eficaz fijador aromático. No se trata de esos perfumes malsanos que dejan los clientes y que el aire se lleva en un rato, más bien les estoy hablando de un alma, una esencia, un espíritu que define la naturaleza de esos cuartos de hasta el fondo.
La chica
A ella, a Perla, yo la conozco de otras dos casitas y doy fe de que la morra es amable y si le caes chido es el doble de buena onda. Habrá quien se deje llevar mal por su cara engañosa, pues puede parecer mamona, pero no lo es para nada. Pese a que ya hace años estuvo trabajando en esto, se salió un buen tiempo y volvió hace poco. Ella es joven, unos 24 años, no parece tener hijos, lo que le da una natural firmeza y tersura de piel. Es morena, delgada, estatura promedio, firme y rica al tacto. Pechos pequeños, cintura flaquita, nalgas pequeñas pero pachonas. No es fea, pero tampoco diría que es hermosa. La definiría como bonita a secas, pero de esas bonitas de barrio, no fina. Se maquilla, a veces se pone de más, a veces la he visto menos cargada. Personalmente las prefiero naturales, sin tanta base. Ella se ve bien cuando no exagera su maquillaje, y de hecho su rostro inspira más confianza entre menos se maquille. Su voz no es de morrita delicada, es un poco más gruesa pero femenina. Habla poco o mucho según la cotorrees, pero te sigue la onda sin pedos y si le interesa lo que le platicas ríe e incluso comenta con discresión. No es tímida, pero es seria, de esas seria amables. En general es complaciente si eres un cliente normal y no tienes gustos extravagantes.
El servicio
Su servicio es sumiso, accesible. No esperes que ella tome mucho la iniciativa porque es cosa más bien de guiarla y irla llevando de la mano. Tú le dices cómo se ponga y ella se pone sin chistar. La puedes manosear a gusto. La estuve cachondeando un rato, recorriendo sus nalgas firmes y sabrosas y mamando sus pechos. Luego la puse de perrito y la penetré lentamente, aumentando el ritmo poco a poco. Quizá no gima, pero no te espantes, ella no finge y eso es bueno, porque le interesa complacerte y no venirse. No es realmente una chica fogosa o lujuriosa. Es tranquila en ese aspecto. De vez en cuando sin embargo puede que la agarres algo caliente y entonces sí se arma una rica machaca. Pero esto es un servicio y el que debe salir complacido eres tú.
Una mamada leve sin destacar, luego le di de perrito, de misionero, de ladito y luego se montó. Así terminé, muy rico, como si hubiera sido con mi morra de prepa. Una plática tranqui al final y me voy. Complacido.
Ojo, el sexo no es espectacular, no es experta cogiendo. Si quieres salir a gusto debes mentalizarte que tú debes guiarla y que ella va a cooperar. O sea, tú haces la chamba, pero la haces como se te antoje. Si eres un cliente exigente y te gustan más bien con iniciativa o con movimientos expertos, ella no es la indicada. Y por ese precio, que realmente es una ganga, uno no puede más que agradecer.
En mi caso repetiré de cuando en cuando así como ya lo he hecho en el pasado con ella. Buen servicio.
Colegas estimados, la mayoría de las casitas son lugares de perdición y mala muerte y lo sabemos, así que antes de pasar a mi experiencia con Perla debo advertir para quien no conoce esta casita que las condiciones del lugar son deplorables. De todas maneras yo voy de vez en cuando, porque (como muchos de vuestras mercedes) soy un hombre caliente y sin freno. Cuando la verga toma el mando, la tolerancia a los cuchitriles aumenta con tal de remojar la brocha sabrosamente.
Me recibió Perla con una sonrisa discreta. Me encamina al cuarto de hasta el fondo, que podríamos decir que se trata del "VIP" y lo pongo entre comillas porque no es precisamente un lujo, sino que el hecho de tener su propio baño da una ventaja significativa, sobre todo si alguna vez, como a mí me pasó, tu calentura se ve interrumpida por unas repentinas ganas de hacer un urgente y hediondo depósito al bañorte. De hecho la instalación permite darte una ducha también, pero no lo recomiendo porque ya me imagino la flora invisible que abunda en aquellos azulejos viejos. No hablemos del reino fungi, porque estoy seguro que muchos de los colegas no llevan sus propias sandalias a las casitas, y las infecciones por hongos deben ser una de las principales causas de pestilencia entre colegas y sexoservidoras. No bien voy entrando al cuarto percibo un olor a concentrado de culo y patas, probablemente intensificado por la grasa humana en las paredes que actúa como eficaz fijador aromático. No se trata de esos perfumes malsanos que dejan los clientes y que el aire se lleva en un rato, más bien les estoy hablando de un alma, una esencia, un espíritu que define la naturaleza de esos cuartos de hasta el fondo.
La chica
A ella, a Perla, yo la conozco de otras dos casitas y doy fe de que la morra es amable y si le caes chido es el doble de buena onda. Habrá quien se deje llevar mal por su cara engañosa, pues puede parecer mamona, pero no lo es para nada. Pese a que ya hace años estuvo trabajando en esto, se salió un buen tiempo y volvió hace poco. Ella es joven, unos 24 años, no parece tener hijos, lo que le da una natural firmeza y tersura de piel. Es morena, delgada, estatura promedio, firme y rica al tacto. Pechos pequeños, cintura flaquita, nalgas pequeñas pero pachonas. No es fea, pero tampoco diría que es hermosa. La definiría como bonita a secas, pero de esas bonitas de barrio, no fina. Se maquilla, a veces se pone de más, a veces la he visto menos cargada. Personalmente las prefiero naturales, sin tanta base. Ella se ve bien cuando no exagera su maquillaje, y de hecho su rostro inspira más confianza entre menos se maquille. Su voz no es de morrita delicada, es un poco más gruesa pero femenina. Habla poco o mucho según la cotorrees, pero te sigue la onda sin pedos y si le interesa lo que le platicas ríe e incluso comenta con discresión. No es tímida, pero es seria, de esas seria amables. En general es complaciente si eres un cliente normal y no tienes gustos extravagantes.
El servicio
Su servicio es sumiso, accesible. No esperes que ella tome mucho la iniciativa porque es cosa más bien de guiarla y irla llevando de la mano. Tú le dices cómo se ponga y ella se pone sin chistar. La puedes manosear a gusto. La estuve cachondeando un rato, recorriendo sus nalgas firmes y sabrosas y mamando sus pechos. Luego la puse de perrito y la penetré lentamente, aumentando el ritmo poco a poco. Quizá no gima, pero no te espantes, ella no finge y eso es bueno, porque le interesa complacerte y no venirse. No es realmente una chica fogosa o lujuriosa. Es tranquila en ese aspecto. De vez en cuando sin embargo puede que la agarres algo caliente y entonces sí se arma una rica machaca. Pero esto es un servicio y el que debe salir complacido eres tú.
Una mamada leve sin destacar, luego le di de perrito, de misionero, de ladito y luego se montó. Así terminé, muy rico, como si hubiera sido con mi morra de prepa. Una plática tranqui al final y me voy. Complacido.
Ojo, el sexo no es espectacular, no es experta cogiendo. Si quieres salir a gusto debes mentalizarte que tú debes guiarla y que ella va a cooperar. O sea, tú haces la chamba, pero la haces como se te antoje. Si eres un cliente exigente y te gustan más bien con iniciativa o con movimientos expertos, ella no es la indicada. Y por ese precio, que realmente es una ganga, uno no puede más que agradecer.
En mi caso repetiré de cuando en cuando así como ya lo he hecho en el pasado con ella. Buen servicio.