javiñño_2012
Miembro Reconocido
- Nombre / Agencia
- Tabledance Candys.
- Contacto
- Ubicado para Plaza Galerías.
- Precio
- $3,500.
- Tiempo acordado
- 30-40 minutos.
- Forma de pago
- Tarjeta.
- Anticipo
- No.
- Rostro
- Imagen (Photoshop/Filtros)
- NA.
- Busto
- Cuerpo
- Actitud
- Edad aproximada
- 19
- Trasero
- Besos
- Besitos
- Oral
- Atención a los huevos
- No pedí.
- Oral con baba
- Leve.
- Oral a ella
- No pedí.
- Oral natural
- Con protección.
- Anal
- No pregunté.
- Extras
- No pregunté.
- Desempeño Sexual
- Repetirías/Recomendada?
- Ambas. Quise echarme una vuelta para hacerle el amor nuevamente a esta doncella, pero ya no pude...
Llegué con un camarada y nos pedimos unas Corona.
Apenas era martes, estaba tranqui.
Pasamos por el sillón de una chavita de sabroso cuerpo en vestido verde.
Pelo negro, diversos tatuajes, curvilínea. Sin embargo un sujeto en su mediana edad se la pidió por buen rato.
Llegó una pareja, hombre y mujer, y estuvieron cotorreando con dos chicas. Al poco tiempo se despidieron amablemente de estas, y se fueron.
Más al rincón había una bolita de amigos con varias chicas. Más junto a nosotros, como un junior fresita.
Recién llegado saludó a un mesero y le trajeron a una güerita.
Ya llevábamos varias cheves y avisté a lo lejos un primor.
Era una damita petit, adolescente. Pelo teñido de rubio y algunas trenzas.
Calzón y bra de cuero, y unas redes desde la cintura a los tobillos.
El cover de $200 te incluye un sexy de 3 minutos. No lo dudé y la elegí.
Karlita. Amable, con acento ligeramente norteño, inteligente.
Me bailó, risueña, repegándome un tierno y rico culito.
Me calenté y dije chsm, de una... $3,500 el palo. Se notaba un poco nerviosa. Subimos.
En las escaleras mi rostro se acercó a ese precioso y joven durazno.
Nos asignaron el reservado y nos instalamos. Coloqué la luz amarilla un poco más tenue.
Puse melodías en mi celular.
Me fui quitando los jeans y tras unas caricias, comenzó el oral allí en el sofá. Fue un deleite ver su carita, de niña de casa, chupándome el ganso.
Mientras yo trataba de alcanzar sus pequeñas nalgas para amasarlas.
Luego la coloqué dándome la espalda, con las manos en la pared. Me hinqué ante la princesa y le fui bajando las redes y el calzón.
Trasero abombadito, parado. Una piel tersa, y una fina capa de vello de remarcable suavidad.
No pude más... ¿Puedo...? Pregunté. Sí, claro, contestó. Creí estábamos en sintonía.
Abrí sus nalguitas y le comí a cola. Gemía mientras yo besaba y mordía su anito.
Luego me puse de pie, me coloqué el condón y así empinadita en el sofá, en semi-perrito, se la dejé ir.
Vi mi miembro mediano, pero que lucía de gran tamaño entre esas dos nalguitas, entrando y saliendo de su vagina.
Hacía leves gemidos. La cojí con suavidad.
Luego me acosté y se me montó. Palpé y succioné sus chichis y así estuvo galopando buen rato.
Sostuve su cinturita. Licuó y licuó, enérgicamente, montando mi pene, y no pude más.
Logré un desleche fabuloso.
Nos aseamos. Charlamos sobre temas triviales, como mascotas.
Me pongo los jeans, el cinto, las botas. Me voy despidiendo. Ella se queda un rato más a ducharse.
De piel morena y sin esos rasgos tan arios, por supuesto, pero me dio un airecito a esta muchachita de la serie La casa del dragón.
Fue glorioso follarme a una muchachita de ese nivel. Lástima que no pude coordinarme para lanzarme nuevamente.
Las pocas veces que he ido al Candys la he pasado muy a gusto, y hay damitas de muy buena calidad.
Apenas era martes, estaba tranqui.
Pasamos por el sillón de una chavita de sabroso cuerpo en vestido verde.
Pelo negro, diversos tatuajes, curvilínea. Sin embargo un sujeto en su mediana edad se la pidió por buen rato.
Llegó una pareja, hombre y mujer, y estuvieron cotorreando con dos chicas. Al poco tiempo se despidieron amablemente de estas, y se fueron.
Más al rincón había una bolita de amigos con varias chicas. Más junto a nosotros, como un junior fresita.
Recién llegado saludó a un mesero y le trajeron a una güerita.
Ya llevábamos varias cheves y avisté a lo lejos un primor.
Era una damita petit, adolescente. Pelo teñido de rubio y algunas trenzas.
Calzón y bra de cuero, y unas redes desde la cintura a los tobillos.
El cover de $200 te incluye un sexy de 3 minutos. No lo dudé y la elegí.
Karlita. Amable, con acento ligeramente norteño, inteligente.
Me bailó, risueña, repegándome un tierno y rico culito.
Me calenté y dije chsm, de una... $3,500 el palo. Se notaba un poco nerviosa. Subimos.
En las escaleras mi rostro se acercó a ese precioso y joven durazno.
Nos asignaron el reservado y nos instalamos. Coloqué la luz amarilla un poco más tenue.
Puse melodías en mi celular.
Me fui quitando los jeans y tras unas caricias, comenzó el oral allí en el sofá. Fue un deleite ver su carita, de niña de casa, chupándome el ganso.
Mientras yo trataba de alcanzar sus pequeñas nalgas para amasarlas.
Luego la coloqué dándome la espalda, con las manos en la pared. Me hinqué ante la princesa y le fui bajando las redes y el calzón.
Trasero abombadito, parado. Una piel tersa, y una fina capa de vello de remarcable suavidad.
No pude más... ¿Puedo...? Pregunté. Sí, claro, contestó. Creí estábamos en sintonía.
Abrí sus nalguitas y le comí a cola. Gemía mientras yo besaba y mordía su anito.
Luego me puse de pie, me coloqué el condón y así empinadita en el sofá, en semi-perrito, se la dejé ir.
Vi mi miembro mediano, pero que lucía de gran tamaño entre esas dos nalguitas, entrando y saliendo de su vagina.
Hacía leves gemidos. La cojí con suavidad.
Luego me acosté y se me montó. Palpé y succioné sus chichis y así estuvo galopando buen rato.
Sostuve su cinturita. Licuó y licuó, enérgicamente, montando mi pene, y no pude más.
Logré un desleche fabuloso.
Nos aseamos. Charlamos sobre temas triviales, como mascotas.
Me pongo los jeans, el cinto, las botas. Me voy despidiendo. Ella se queda un rato más a ducharse.
De piel morena y sin esos rasgos tan arios, por supuesto, pero me dio un airecito a esta muchachita de la serie La casa del dragón.
Fue glorioso follarme a una muchachita de ese nivel. Lástima que no pude coordinarme para lanzarme nuevamente.
Las pocas veces que he ido al Candys la he pasado muy a gusto, y hay damitas de muy buena calidad.
Última edición:
