Muy divertida entrada.
Recuerdo a un abogado que me estaba llevando un caso, se le veía a leguas lo caliente.
Solía tener asistentes bonitas y de buen cuerpo.
Una vez él salió de su oficina por un papeleo, y alcancé a ver en su computadora que estaba navegando en un antiguo foro.
Se prestaba para cotorrear, pero no me animé a tocar el tema. Hubiese sido interesante.
A un colega de mi mismo rubro, y que según sé es casado y tiene hijos, también lo topé en una estética.
Lo más seguro es que sí me haya visto, pero ambos nos hicimos de la vista gorda.
-
Volviendo al tema, mi familia no sabe ni sospecha, y como no tengo hijos ni pareja formal, no tengo que andar cuidando tanto la discreción.
Si algún día formalizo y quiero seguir de vaguillo, ¿Cómo me las ingeniaría? Ese ya es otro tema.
Lo que sí es que algunos camaradas si topan mi permanencia en el deporte.
Algunos me han hecho el jalón cuando los invito a tables o estéticas.
Y unos en época de estudiantes incluso fueron mis roomies, por lo que llegaban a ser testigos, o incluso partícipes de la acción.
Dos son mis mejores amigos y les tengo mucha confianza, y suelo mostrarles a las damitas que estoy por merendarme.
De hecho cuando me hacen buenos paros, suelo picharles un servicio en motel, ó una cubeta y unos bailes en el bule.
Hay otros dos que realmente son más morales, y preferiría no se hubiesen enterado.
Pues como dicen algunos colegas más arriba, les da por tirar carrilla, o peor, por juzgar esta curiosa manera de obtener caricias.
Lo irónico es que sueles irle de la chingada con las chicas tóxicas que de repente se escogen de pareja.
¿Pero, a quién no le gustaría cojer seguido con sabrosas damas? No son muy solventes y aunque quisieran, no podrían.
Sin embargo sí me molesta cuando traen a colación el tema cuando no nace de mí el relatarlo.
Así que ya mejor me quedé chitón de un tiempo para acá.
Un abrazo a todos los colegas. Saludos.