Pues el asunto fue que el servicio lo quería a domicilio, ya sabes me encontraba sólo en casa, con dinero y con ganas, ella no vino en esa ocasión, pero me mando a dos golfas, por supuesto las retaché y nada más les pagué el Uber, el problema se presentó después cuando quise agendar una cita por fuera con Erika en un motel, ella me pidió un anticipo y no me latió, me dio mala espina, le dije que no y ella me dijo que le sobraba dinero y me mostró algunos cheques y transferencias, me pareció ilógico que me pidiera para gasolina cuando presumía tener muchos recursos, me quiso humillar, diciéndome que yo sólo salía con mujeres muertas de hambre, me dio risa y por eso fue la discusión, que se salió de control un poco y ella ya tenía registrada mi dirección, por un mensaje, la paré de culo y no me dejé, ella le tanteo el agua a los camotes y le bajó al tono de amenaza.
Después me mandó mensajes para vernos y por supuesto que le dije que no, a partir de esa amarga experiencia no acuerdo ninguna cita a domicilio, nada más en motel.