Aaah, que bonitos eran los tiempos de antes, cuando convencías a las panoshudas a punta de acoso, sin consecuencias.
Que tiempos aquellos cuando te parabas en el carro a la salida de su jale o escuela, le abrias la puerta, "Súbete bonita". Porque es decir, acosadores, pero finos. O seguirlas mientras caminan, no tenía precio cuando finalmente se subían a la media cuadra.
Eso sí, que feo caso cuando traían al picador, o al hermano. Pero siempre se puede recurrir al humor para desarmar tensiones. "No tienes una hermana/amiga para mi, señor picador?", o "súbete tu, compa, estás más guapo." No faltaba al guey que le caías bien y hasta te lo hacías compa. Pero si no, huye que más vale culito pero sanito.