- Nombre / Agencia
- Dalila Paola
- Contacto
- 33 1837 0698
- Precio
- $1600 por la promo
- Tiempo acordado
- 1 hora
- Forma de pago
- En efectivo
- Anticipo
- Me dijo inicialmente 300 por que le quedaban mal, pero no lo solicito
- Rostro
- 5,00 estrella(s)
- Busto
- 5,00 estrella(s)
- Cuerpo
- 5,00 estrella(s)
- Actitud
- 5,00 estrella(s)
- Edad aproximada
- 18
- Trasero
- 4,00 estrella(s)
- Besos
- Besos Apasionados
- Oral
- 5,00 estrella(s)
- Atención a los huevos
- Si
- Oral con baba
- No
- Oral a ella
- No
- Oral natural
- Si
- Anal
- No
- Extras
- No
- Desempeño Sexual
- 5,00 estrella(s)
- Repetirías/Recomendada?
- Si / Si pero no le queden mal, para que no cobre anticipo
Le había escrito hace tiempo para pedir información, pero no me animé; opté por otra. Semanas después, me llega su mensaje con promoción especial (solo porque soy divorciado... riesgo calculado, pero qué rico riesgo).
Revisé mi agenda: libre. Acordamos lugar y hora. Dos horas después: "Se me complicó el día, mañana te respeto la promo".
Sin drama, al día siguiente todo fluyó perfecto. En el inter le pedí una foto actual; accedió. ¡Impacto total! Rostro angelical, sonrisa pícara, y unos pechos que me trajeron flashbacks vívidos de una ex: grandes, redondos, con esa curva que hipnotiza. Eso me decidió por completo.
Llego al motel, me instalo en la habitación con nervios agradables. Toca la puerta: ¡madre mía! mejor de lo que imaginé pero en persona. Me saluda con un beso profundo pero con nervio. "Le dijieron que si traia su INE, preguntaron por su edad; esto al ingresar al motel".
Ella, con voz seductora: "Tengo una sorpresa". Entra al baño y sale en lencería roja transparente: encaje que dejaba ver sus pezones endurecidos, tanga que apenas cubría... ¡encendió cada fibra de mi cuerpo en segundos!
Nos lanzamos a la cama Besos intensos, húmedos, con mordidas suaves en el labio inferior. Mis manos recorren su espalda, bajan a sus nalgas firmes. Bajo a sus pechos: grandes, suaves como almohadas, perfectos para besar, lamer, morder. Delgada pero con curvas donde importa, nalgas redondas que caben perfecto en mis manos, pero esos senos... inolvidables, pesados, con pezones rosados que se endurecían al roce.
Oral sin condón: exquisito. Labios suaves, lengua experta, saliva justa que resbalaba. Profundo, con ritmo que subía y bajaba, me la acariciaba mientras chupaba. No olvidó los gemelos: los lamió, succionó, jugó como si fueran su postre favorito.
Ya no resistía el fuego: "Súbete, por favor". Condón rápido, se monta con gracia. Empieza suave, círculos lentos, luego sube el ritmo, sus pechos rebotando hipnóticos. La guío por la cintura, la embisto fuerte hasta el clímax.
Descansamos abrazados, plática relajada sobre gustos y anécdotas. Minutos después, segundo round: oral para calentar (aún más intenso), luego se monta de nuevo. Probamos todo: perrito (sus nalgas perfectas en mis manos), misionero (miradas fijas), vaquera invertida, hasta en la silla del rincón. Le di con todo, ella respondía con gemidos muy leves y ricos éxtasis total.
Nos vestimos sin presión de tiempo; ella tenía compromiso, yo también. Conversación post-encuentro deliciosa: risas, confidencias. Se despidió con beso y un guiño: "Repetimos pronto".
La recomiendo 100% si buscas juventud vibrante, actitud juguetona, cuerpo de ensueño y química que explota.
			
			Revisé mi agenda: libre. Acordamos lugar y hora. Dos horas después: "Se me complicó el día, mañana te respeto la promo".
Sin drama, al día siguiente todo fluyó perfecto. En el inter le pedí una foto actual; accedió. ¡Impacto total! Rostro angelical, sonrisa pícara, y unos pechos que me trajeron flashbacks vívidos de una ex: grandes, redondos, con esa curva que hipnotiza. Eso me decidió por completo.
Llego al motel, me instalo en la habitación con nervios agradables. Toca la puerta: ¡madre mía! mejor de lo que imaginé pero en persona. Me saluda con un beso profundo pero con nervio. "Le dijieron que si traia su INE, preguntaron por su edad; esto al ingresar al motel".
Ella, con voz seductora: "Tengo una sorpresa". Entra al baño y sale en lencería roja transparente: encaje que dejaba ver sus pezones endurecidos, tanga que apenas cubría... ¡encendió cada fibra de mi cuerpo en segundos!
Nos lanzamos a la cama Besos intensos, húmedos, con mordidas suaves en el labio inferior. Mis manos recorren su espalda, bajan a sus nalgas firmes. Bajo a sus pechos: grandes, suaves como almohadas, perfectos para besar, lamer, morder. Delgada pero con curvas donde importa, nalgas redondas que caben perfecto en mis manos, pero esos senos... inolvidables, pesados, con pezones rosados que se endurecían al roce.
Oral sin condón: exquisito. Labios suaves, lengua experta, saliva justa que resbalaba. Profundo, con ritmo que subía y bajaba, me la acariciaba mientras chupaba. No olvidó los gemelos: los lamió, succionó, jugó como si fueran su postre favorito.
Ya no resistía el fuego: "Súbete, por favor". Condón rápido, se monta con gracia. Empieza suave, círculos lentos, luego sube el ritmo, sus pechos rebotando hipnóticos. La guío por la cintura, la embisto fuerte hasta el clímax.
Descansamos abrazados, plática relajada sobre gustos y anécdotas. Minutos después, segundo round: oral para calentar (aún más intenso), luego se monta de nuevo. Probamos todo: perrito (sus nalgas perfectas en mis manos), misionero (miradas fijas), vaquera invertida, hasta en la silla del rincón. Le di con todo, ella respondía con gemidos muy leves y ricos éxtasis total.
Nos vestimos sin presión de tiempo; ella tenía compromiso, yo también. Conversación post-encuentro deliciosa: risas, confidencias. Se despidió con beso y un guiño: "Repetimos pronto".
La recomiendo 100% si buscas juventud vibrante, actitud juguetona, cuerpo de ensueño y química que explota.
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